Tiempo de lectura 3 minutos 50 segundos

Las minas de uranio subterráneas afectan la salud más que las a cielo abierto II

La minería del uranio sigue siendo muy peligrosa, presentando el riesgo de aumento de las tasas de cáncer de pulmón para los trabajadores, a pesar de precauciones que siempre son insuficientes. 

La Asociación Nuclear Mundial, una organización comercial para las empresas de energía nuclear que utilizan uranio extraído, señala que el verdadero problema radica en que muchos de estos países del Tercer Mundo no tienen legislación sobre salud y seguridad, con respecto a la minería del uranio. 

 

Además, los países que si tienen legislación adecuada no las aplican con el suficiente rigor. En las minas subterráneas conseguir la ventilación necesaria para eliminar el radón, es costoso y difícil. 

 

Para hacer frente a esto, la Asociación citada (World Nuclear Association) elaboró una Carta internacional de ética que los países pueden adoptar, aunque no lo hacen porque no es jurídicamente vinculante.

 

A pesar de los resultados de numerosos estudios y los peligros obvios inherentes a la minería de un material radiactivo, la Asociación Nuclear Mundial insiste en la industria del uranio.

 

Según el sitio web de la organización, "los registros de dosis de radiación recopilados por las compañías mineras bajo el escrutinio de las autoridades reguladoras han demostrado consistentemente que los empleados de la empresa minera no se vean expuestos a dosis de radiación superiores a los límites".
 
Es conocido que la Organización Mundial de la Salud recomienda dosis límites muy permisivas, sin embargo, a través de sus publicaciones sobre los efectos de la radiación, deja claro que la minería de uranio y la industria nuclear en general representan un riesgo significativo para la salud de la población y el medio ambiente.

 

Si bien las minas subterráneas tienen algunas ventajas, como menor impacto visual y ambiental superficial, sus riegos son mayores para la salud de los trabajadores.

 

El gas radón se acumula en las galerías mal ventiladas; sus productos de decaimiento al ser inhalados son causa probada de cáncer de pulmón en mineros de uranio, históricamente, miles de casos en Estados Unidos, Europa del Este, Namibia, Níger, etc.  

 

Los polvos radiactivos contienen partículas de uranio, torio y descendientes del radio que, al alojarse en los pulmones, con el tiempo provocan cáncer. Además, los riesgos propios de minería subterránea: derrumbes, ventilación deficiente, humedad, silicosis.

 

A los mineros mayormente no les preocupa la afectación a su salud, porque no advierten los efectos negativos del gas radón mientras están trabajando. Si bien no es posible anticipar en qué tiempo aparecerán los síntomas, el desarrollo del cáncer de pulmón causado por el radón varía mucho entre individuos y depende de varios factores. En general, se considera que el período de latencia, es decir, el tiempo que transcurre desde la exposición hasta la aparición de la enfermedad, es de muchos años, a menudo décadas.
 

 

¿Querés recibir notificaciones de alertas?