LECTURA DE FIN DE SEMANA

Rescates: Gloria Alcorta, la escritora que el olvido no pudo borrar

Desde el "Club de la Lectura", nuestro librólogo nos comparte una novela intensa y atmosférica donde el pasado y el presente se entrelazan en un misterioso hotel.

“Escribo para engañar a la angustia, porque tengo miedo, para no naufragar, para sentirme viva, todavía un poco, y con la esperanza de que en el momento deseado, el amigo desconocido me tienda la mano desde un continente a otro”.

Gloria Alcorta además de ser una escritora original y singular, tuvo una vida fascinante y no menos interesante que su obra. Desde su origen patricio, por vía materna era descendiente de las familias Mansilla y Rosas y por vía paterna fue hija de Rodolfo Alcorta, pintor fracasado y luego diplomático e hijo de Amancio Alcorta, ministro de Luis Sáenz Peña y Juárez Celman.

 

Por cuestiones del azaroso destino nació en Bayona, Francia en 1915, la bautizaron Gloria Rosa Francia (un horror!, solía decir). Desde muy niña fue talentosa, ávida lectora y con grandes aptitudes para la música, la pintura y la escultura, disciplinas artísticas que ejerció a lo largo de su vida.

 

La temprana muerte de su madre lleva a que esta niña de doce años, vaya a vivir con su tía, casada con el conde Marone de Cinzano (el del vermut), a un Palazzo en Turín y luego a Roma. Es expulsada del colegio religioso al que asistía y su tío decide enviarla con su padre a Buenos Aires. 

 

Pero el azar nuevamente juega sus cartas y en el barco de regreso conoce a Ramona Aguirre, “La Morena”, que volvía a Buenos Aires con dos de sus seis hijas, ni más ni menos que Angélica y Silvina Ocampo. Ese encuentro cambiará su vida definitivamente, Angélica se convertirá en su “segunda madre” y Silvina en su “maestra y mentora”.  Estos vínculos la llevaron a conocer todo el círculo de intelectuales, escritores y artistas que rodeaban a la familia Ocampo, entre ellos a ni más ni menos que a Jorge Luis Borges. 

 

Borges se interesa por los poemas en francés de Gloria y decide editarlos ofreciéndose a escribir el prólogo del libro, que finalmente se publicó en francés con el título de “La prison de l`enfant”. 

En su ruta de encuentros y descubrimientos conoce al poeta Oliverio Girondo y queda deslumbrada por su obra. Sigue frecuentando a la familia y conoce a su hermano, Alberto Girondo, pintor, con quien se casará y tendrá tres hijos.

 

Continúa escribiendo y publica un segundo libro de poemas ”Visages” (Rostros, 1951), que obtiene el premio Prix Rivarol que se otorga a un escritor francés en el extranjero, lo que le abre y la inserta en el mundo francés de la literatura.

 

Ya de regreso a la Argentina comienza escribir una serie de relatos que la llevaran a su obra más significativa, el cuento “El hotel de la luna”, publicado en la revista sur en 1956.

 

Sus ficciones son cercanas al cuento extraño, con climas de misterio, situaciones inquietantes, donde abunda en la descripción de una clase burguesa y omnipotente, sin abandonar el tono poético. Sus relatos verán la luz en su libro “El hotel de la luna y otras imposturas” donde retrata a una clase alta que abusa de los privilegios, artistas, estafadores, familias conflictuadas y que tuvo excelentes críticas y aceptación de los lectores.

 

Pero un episodio imprevisto surgiría luego de la aparición del libro, Victoria Ocampo, la principal y poderosa figura del ámbito intelectual de esa época, consideró que los relatos del “El Hotel de la luna” eran ofensivos para la oligarquía argentina y hasta una ofensa personal, por lo que tomó represalias quitándole a Gloria ayudas económicas e influyó sobre el mundo editorial de la época para que no publicaran ninguna de sus obras y hasta llegó a pedir por su exilio político.

 

Gloria Alcorta se radicó nuevamente en Francia, donde siguió escribiendo, publicando y ganando premios y reconocimiento.

Algunas de sus obras son: “El hotel de la luna y otras Imposturas”, publicada por Leteo en 2022, “En la casa muerta” (1966), “Noches de nadie” (1962), “Travesías” (1997) y “La almohada negra” (1980).

 

Falleció en Buenos Aires el 25 de febrero de  2012 a los 96 años. ¿Cuáles son los motivos que determinan el olvido, por qué otros artistas y otras vidas tal vez menos virtuosas o ricas aún permanecen? Misterios del mundo.

 

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