Vecinos de Alto Río Percy advierten que es crítica la situación en el paraje por falta de agua y riesgo de incendios

Tanto la presidenta de la asociación vecinal, María Luppi, como la vecina Carmen Aravena, coincidieron en que la comunidad se encuentra en un estado de vulnerabilidad extrema que requiere la intervención inmediata y planificada del Estado.
Respecto al suministro de agua, las vecinas describieron un panorama alarmante. Luppi señaló que el caudal del río se encuentra en niveles inusualmente bajos para esta época del año y que la sequía está afectando severamente el territorio. Por su parte, Aravena denunció que, si bien el sector cuenta con una red instalada, el agua que circula por ella no es potable y la provisión es errática, llegando al extremo de haber pasado jornadas recientes sin «una sola gota de agua de red».

PRESENTACION DE PROYECTO
Ante esta realidad, la comunidad presentó a los ediles un proyecto de ordenanza elaborado con el aporte de los propios habitantes, en el que solicitan que la Unidad Ejecutora de Proyectos Municipales (UEPROMU) diseñe un plan integral de captación, almacenamiento y distribución de agua. El reclamo apunta a superar las deficiencias de las captaciones actuales y asegurar el abastecimiento con una proyección mínima de 30 a 40 años, teniendo en cuenta la geografía particular del paraje y el crecimiento poblacional.

SIN SALIDA
La otra gran preocupación expuesta por los pobladores del Percy fue la falta de infraestructura para enfrentar incendios forestales, un flagelo que ha afectado históricamente al sector. Las portavoces advirtieron que Alto Río Percy cuenta con un solo puente de salida, lo que convierte a cualquier siniestro en una potencial tragedia al no existir vías de evacuación alternativas para los residentes y la gran afluencia de turistas que visitan la zona en temporada estival.
La asociación vecinal exigió «que se tomen cartas en el asunto mediante un mantenimiento preventivo y sistemático de los pinares circundantes durante todo el año, incluyendo la creación de cortafuegos y la limpieza de leña caída para reducir la carga de combustible vegetal».
Asimismo, solicitaron la asignación de herramientas específicas y un móvil de intervención rápida que permita atender cualquier foco de manera inmediata. «Gracias a Dios no tuvimos víctimas fatales en el incendio anterior, pero no tenemos salida de emergencia», manifestó Aravena, subrayando que la prevención no puede ser una respuesta aislada sino una política de seguridad sostenida en el tiempo.