Para la Federación Chubutense de Sociedades Rurales, el alerta del Senasa por sarna refuerza las herramientas de control

Luján explicó en FM EL CHUBUT que la problemática se viene abordando desde hace tres años en la Comisión Provincial de Sanidad Animal, donde participan Senasa, INTA, el Colegio de Veterinarios y entidades rurales. Recordó que los primeros focos en Chubut se detectaron tras ingresos desde Carmen de Patagones y el sur de Río Negro, y luego se expandieron hacia la zona norte de la provincia. Por ese motivo, los productores ya habían solicitado una resolución que permitiera fortalecer los mecanismos de prevención y evitar la propagación hacia otros departamentos e incluso hacia Santa Cruz.
Según indicó, en los departamentos incluidos en la alerta llegó a haber unos 58 focos, algunos ya tratados y levantados. Para Luján, la resolución «acompaña» el trabajo que se viene realizando y formaliza obligaciones como la notificación inmediata de casos y el control de los traslados de hacienda, algo que considera clave para frenar los contagios.
El dirigente recordó que la sarna ovina es una enfermedad altamente contagiosa que afecta tanto la salud de los animales como la producción de lana, y que Chubut había obtenido el estatus de provincia libre de sarna en 2016. Si bien esa condición quedó suspendida hasta diciembre de 2026, aseguró que «no está perdida» y que el objetivo es recuperarla a partir de los tratamientos y controles en marcha.
Luján detalló además que el método aplicado para combatir los focos cambió recientemente, ya que las vacunas inyectables utilizadas anteriormente no mostraron una efectividad total en las últimas pruebas. Actualmente se realizan dos baños con un intervalo de diez días, procedimiento que, según señaló, está dando mejores resultados.
El titular de la Federación destacó que los protocolos preventivos no son nuevos: en las esquilas, por ejemplo, ya se venían implementando desinfecciones de maquinaria entre campo y campo para evitar la dispersión del parásito.
Respecto al panorama productivo, señaló que la zafra aún continúa con las esquilas, aunque la sequía que atraviesan varios departamentos afecta la condición general de los animales. De todos modos, indicó que la producción de lana se mantuvo dentro de valores normales, en un contexto marcado por un stock ganadero en descenso desde hace más de 15 años.
Sobre el mercado internacional, Luján informó que el precio de la lana tuvo un incremento superior al 37% en los últimos seis meses, alcanzando niveles previos a la pandemia y mostrando estabilidad en los remates australianos.
Consultado sobre las exposiciones rurales previstas para fin de año y comienzos del próximo, sostuvo que se realizarán con los recaudos correspondientes, incluyendo eventuales cuarentenas para animales provenientes de zonas afectadas, según lo determinado por Senasa.