Básquet

Huracán, con el título al alcance de la mano, recibe a Guillermo Brown 

El “Globo” está 2-0 arriba en la serie, tras imponerse en los dos primeros partidos jugados en Puerto Madryn, y tiene ante sí la gran oportunidad de consagrarse campeón del básquet doméstico luego de 14 años de sequía.

por REDACCIÓN CHUBUT 08/07/2025 - 10.48.hs

Este miércoles, desde las 21.30 en el Atilio Oscar Viglione, Huracán de Trelew recibirá a Guillermo Brown por el tercer juego de la serie final del Torneo Apertura “Nahuel Monzani” que organiza la Asociación de Básquet del Este del Chubut.

 

El “Globo” está 2-0 arriba en la serie, tras imponerse en los dos primeros partidos jugados en Puerto Madryn, y tiene ante sí la gran oportunidad de consagrarse campeón del básquet doméstico luego de 14 años de sequía.

 

La localía se convierte ahora en una aliada poderosa para el equipo de Esteban Di Fiore, que ha dominado la serie con autoridad, inteligencia y una intensidad admirable. El equipo supo imponer sus condiciones en los dos primeros juegos y dejó la sensación de tener una marcha más, una concentración superior y, sobre todo, una estructura más sólida frente a un rival que, por momentos, pareció luchar contra sus propias dudas.

 

LA SERIE

 

El primer partido fue cerrado, de final ajustado: 80-77 para Huracán. Allí se vieron ciertos matices del juego que luego se profundizarían. Brown lanzó más (73 tiros de campo contra 64 de su rival), pero su puntería fue esquiva: 24-49 en dobles, 7-30 en triples y 8-12 desde la línea. Las cifras hablan de una baja eficacia desde el perímetro (23%) y cierta anemia desde los libres.

 

Huracán, en cambio, supo optimizar sus posesiones: tiró menos pero con mejor criterio. Sus 19-39 en dobles y 9-25 en triples (36%) marcaron diferencia, como así también los 15-22 en libres. En rebotes defensivos, ambos fueron competitivos (36 Huracán, 31 Brown), pero el “Globo” fue más en las tablas ofensivas y eso le permitió segundas oportunidades claves.

 

En el segundo juego, el conjunto trelewense mostró su versión más explosiva: triunfo 97-92 en un partido de altísimo goleo, donde los números muestran diferencias claras. El 15-35 en triples (43%) fue determinante, así como los 28-33 en tiros libres, una efectividad notable para un equipo que jugó con carácter y sangre fría.

 

Brown no estuvo mal en los registros ofensivos: 24-47 en dobles, 9-26 en triples, 17-21 en libres. Pero el déficit volvió a estar en la defensa: concedió muchos tiros cómodos, fue permeable en la pintura y falló en las ayudas. En el rebote, otra vez fue superado (41 a 25), síntoma de una diferencia física.

 

LAS CLAVES

 

El nombre propio que resume esta serie es Gustavo Maranguello. El escolta de experiencia se mostró lúcido en ambos costados de la cancha, con inteligencia para jugar cada posesión como si fuera la última. Lo acompañó Francisco Torres, todoterreno, eje de un equipo sin fisuras.

 

Entre los jugadores “locales”, Santiago Williams también fue determinante: defensa, rebotes, puntos importantes y un espíritu combativo contagioso.

 

También el grandote Nicolás Giménez fue clave en el primer partido, con su presencia física y mano certera desde el perímetro. Aunque debe moderar ciertos gestos altaneros que, cuando el equipo gana, sobran y no suman.

 

BROWN Y SUS URGENCIAS

 

Del otro lado, Brown llega con el agua al cuello. No tiene margen de error: debe ganar tres partidos consecutivos, los dos primeros en condición de visitante, si quiere soñar con una definición en el quinto juego en Madryn. El desafío es mayúsculo.

 

Para lograrlo, deberá corregir fallas defensivas, ajustar su estrategia y elevar sus porcentajes de campo, especialmente en triples, donde el 30% promedio está muy por debajo del estándar necesario para competir por el triunfo. Tiene talento individual —lo ha demostrado por momentos—, pero le falta convicción colectiva. Su única chance es un partido perfecto. O tres.

 

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