Una historia de corazón
Esta historia, está dedicada a todas las madres, las de sangre, a las del corazón; y las que por alguna circunstancia de la vida tienen el privilegio de cumplir ese maravilloso rol de ser “mamá”. También a las abuelas, y a los hijos, aquellos que tienen a su mamá cerca, valorándola, cuidándola y a los que ya no la tienen pero recuerdan todos los días.
por REDACCIÓN CHUBUT 03/11/2017 - 15.04.hs
Esta historia, está dedicada a todas las madres, las de sangre, a las del corazón; y las que por alguna circunstancia de la vida tienen el privilegio de cumplir ese maravilloso rol de ser “mamá”. También a las abuelas, y a los hijos, aquellos que tienen a su mamá cerca, valorándola, cuidándola y a los que ya no la tienen pero recuerdan todos los días.
No es una muletilla decir “todos los días es el día de la madre”, es realmente cierto, y lamentablemente, nos damos cuenta de esto, cuando es muy tarde y ya no la tenemos junto a nosotros, nos falta una palabra de aliento, un abrazo, el consejo que tantas veces desechamos, o simplemente su mirada, esa que presiente instantáneamente si estamos tristes o alegres.
Es mi deseo que esta nota, no solo destaque las cualidades que cada madre tiene, sino también propicie una reflexión a los hijos que hoy no las valoran como deberían.
Después de todo, cada mamá los ha criado lo mejor que ha podido, y no existe un manual o recetas mágicas que nos enseñen, solo lo que el corazón nos dicta.
Mujeres para destacar
Hoy destacamos a todas estas maravillosas madres y abuelas; que a pesar de sus nervios y ansiedades, quisieron homenajear a las madres del valle, haciendo un hermoso programa de radio en la Fm Signos 90.09, en un espacio cedido por Marcos Rees, responsable de la misma.
Inicios de los programas de “Radio Viajera 609”
El proyecto inició hace cinco años, a cargo de Marcos Zulian y Marisa Palleres, se llamó radio viajera porque se hacía en las localidades de Gaiman y Dolavon.
Luego de un tiempo, se dejaron de realizar audiciones, hasta que la señora Marisa Palleres fue a la Escuela nº 609 por un cambio de funciones que tenía en ese entonces. Con su guía, las alumnas comenzaron nuevamente con la radio. Pero con el tiempo ella concluyo su tarea y retorno a la función que tenia.
A pesar de ello, las alumnas, decidieron seguir haciendo los programas con la ayuda de las docentes.
Algunas asisten al Centro de Loma Torta, otras al Centro de Día para Adultos Mayores “Amalia y Robín” y otras al Centro en la Escuela n° 61 de Bryn Gwyn o al que funciona en la Escuela n° 100 cuyo docente es el maestro Andrés Luján.
A pesar de no ser locutoras o profesionales de radio, pusieron todo su cariño y esmero, para que el programa transmitiera esa bella calidez y emoción que pude sentir.
Guiadas por sus docentes Alejandra Sarnicola, Mariela Miguel con el aporte de Sandra Griffiths la directora de la Escuela nº 609 comenzaron.
Inicio del programa “Honrar la vida”, bajo la consigna “porque le darías gracias a tu mamá”
Durante el primer bloque, escuchamos las voces de Adelina Quiroga, Inés Caulian y Rosa Elgueta, quienes guiadas por su maestra, Mariela Miguel leyeron un hermoso poema
Cuatro letras dicen mamá
Fueron tus ojos los primeros que yo vi,
fueron tus manos las primeras que sentí,
y tu cuerpo fue mi hogar.
Siempre en tus brazos encontré cobijo y tuviste mi comida siempre caliente, me enseñaste que a la vida hay que hacerle frente,
y me diste el mejor regalo, la vida para vivirla a tu lado y saber el significado del amor incondicional.
Cuatro letras unidas que dicen tanto,
cuatro letras que siempre calman mi llanto,
cuatro letras que dicen: ¡Mama!
Al concluir el mismo, Inés comentó, que si bien no recordaba los ojos de su mamá; si los de su primera hija, contando que al nacer, era muy pequeña y hermosa; fue en ese momento que pude ver en sus ojos la emoción que sentía al contarlo.
Expresó también, que sentía cobijo en los brazos de su mamá, cuando tenía algún problema y podía llorar abrazada a ella. Y que sus brazos cobijaban a sus hijos cuando estaban enfermos, o cuando fueron por primera vez al jardín y todas esas cositas de la vida que nos da el regalito de ser mamá.
Otro momento fue el de Adelina, quien recordó que su mamá le calmaba el llanto de pequeña cuando la acunaba y le cantaba una canción de cuna.
Entrevista a una mamá de la localidad y un llamado muy especial
Durante el segundo bloque, Matilde Jara, Aida Leal, Jesusa Molina, y Dora Espinosa acompañadas por su maestra Alejandra Sarnicola, saludaron a las madres en su día y aprovecharon además para expresar sus sentimientos y agradecerle a sus madres con estas palabras:
Dora dijo,” mi mamá me enseñó el valor de un sueño, de una ilusión, del esfuerzo y gracias a eso hoy soy la madre que soy.
Matilde por su parte, saludó a todas las madres que las escuchan, las que están y a las que no están y escuchan desde una estrellita manifestó.
Jesusa agradeció a su esposo Candelario Arenas y a su hijo Ronaldo, porque fueron quienes la alentaron a terminar de estudiar, y muy emocionada dijo, mi hijo me dijo nunca es tarde mamá. Anda a estudiar. Y como toda mamá agradecida de quien cuida y piensa en su hija; saludo a todo el personal docente de la Escuela nº 513 y personal médico del Hospital Rural Gaiman.
Aida Leal, hizo su aporte con una nota que le hizo a la señora Leonor Vargas, vecina de la Localidad, quien contó sus experiencias personales de su primer embarazo, diciendo que se sintió muy contenta al saber que estaba embarazada, y que no supo si era nena o nene hasta el nacimiento, porque en aquellos tiempos no se hacían las ecografías.
Recordó además a su partera, la señora Trini de Enderosa y dijo que ella fue muy buena persona.
En otro momento de la entrevista, le contó Aida que ser mamá le cambio la vida, por el solo hecho de tener un integrante más, y saber que era suyo, y que sintió una emoción muy grande que no la puede describir con palabras, al abrazarlo por primera vez.
Leonor también es mamá del corazón, por lo que Aida le pide que cuente su experiencia, la entrevistada dice: el es un chico por el que tengo adoración, lo quiero muchísimo se llama Carlos Fabián, para mí es un hijo más, hoy tiene 28 años.
Concluyendo la nota, se destaca que en el año 2008 fue reconocida como la mamá del año.
Leonor recuerda que fue una emoción muy grande y una sorpresa. Siendo convocada en octubre del 2008 a la ciudad de Rawson, donde el Señor Gobernador Mario Das Neves, le hizo entrega de una plaqueta, la cual dice: “El gobierno de la Provincia del Chubut quiere reconocer a Leonor Vargas por su amor su entrega valor y esfuerzo, son ellas la que alimentan nuestras vidas, no hay días tristes solitarios, inseguros porque veo tu sonrisa, escucho tu voz siento tus manos, percibo tu calor mamá”.
Luego saludan y agradecen a Leonor por la nota brindada. Prosiguiendo con el programa leen; el poema “El último beso”, invitándonos a una profunda reflexión.
EL ULTIMO BESO
Como todas las mañanas me despertó mi madre para ir a la escuela, había pasado mala noche, con pesadillas sobre monstruos, y me costaba trabajo levantarme. A lo diez minutos mi madre volvió a despertarme, se me estaba haciendo tarde, me levante como un bólido y me zampe el desayuno en un abrir y cerrar de ojos y ahí estaba mi mamá diciendome: -come despacio, que te vas a ahogar-
Con la prisa del momento le contesté de mala manera:
-Si ¡ya lo sé! , no empieces a regáñame.
Aun tuve que soportar las preguntas de rigor:
-¿Llevas el almuerzo, te cepillaste los dientes, tienes listos los libros…?
Yo aun más impaciente le contesté levantando un poco la voz:
-¡ Que te dije que sí!
Ella sonrió suavemente y me dijo:
-Anda, dale un beso a tu madre y ve con cuidado a la escuela.
Alce los hombros con fastidio y le dije medio enfadado:
-¡Mamá, que ya es muy tarde no tengo tiempo para eso!
- Esta bien hijo, ve de prisa, que Dios te proteja.
Aun retumban mis propias palabras en mi oído: “No tengo tiempo para eso…”
Mientras iba corriendo hacia la escuela estuve a punto de regresarme a darle un beso a mi madre, pero mis compañeros comenzaron a llamarme y fui hacia ellos.
De todas formas al regresar a casa vería a mi madre en la puerta esperándome como siempre, temerosa de que me suceda algo.
El día se me pasó volando en la escuela, y me había olvidado el incidente de la mañana.
Sin embargo, apenas sonó el timbre salí corriendo a mi casa sin entretenerme, desde la esquina esperaba divisar la figura de mi madre en la puerta, pero no había nadie esta vez.
Antes de tocar el timbre salió a la puerta mi padre, con los hombros caídos, los ojos hinchados y un halo de profunda tristeza. Mi corazón empezó a latir presintiendo algo, apenas me salió la voz para decir: ¿Qué pasa papá, mamá está bien?
En un suspiro me contestó: Tu madre sufrió un ataque al corazón esta mañana, su muerte fue instantánea … se fue nuestro ángel… “Un sollozo salió de su garganta y no pudo continuar hablando.
¿Mi mamá? , la que todas las mañanas me despierta y me da un beso de buenas noches, ¿mi madre?, a la que esta mañana le contesté de mal modo, a la que no le di el beso de despedida.
Dios, perdóname, dile que me perdone, dile por favor, que ella es lo que más quiero en esta vida, dile que su suave sonrisa me acompañara toda la vida, y que prometo valorar a las personas que comparten conmigo mi existencia, y que les daré mil besos, día a día, por todos los que no pude darle a ella.
Fragmento de “El último beso” – Mariano Osorio
Para finalizar el programa, las alumnas recibieron en vivo un llamado muy especial, el de Marisa Palleres, quien les mando saludos y cariños a estas maravillosas mujeres que sin pensar con ayuda de sus docentes realizaron un hermoso programa. ¡Felicitaciones a todas ellas!
Dedico esta nota a mi mamá, Eulalia Zarzosa, hermana Aida Pugh y mis hijos Aldana, Pedro, Juan y Belén.
Andrea Carina Pugh.
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