"Haikus y no tan Haikus"

"No sigas las huellas de los antiguos, busca lo que ellos buscaron" (Basho).

El Haiku es una composición poética japonesa que está formada por cinco “moras”. Una “mora” es una unidad sonora que al momento de trasladarse a otras lenguas fue interpretada como silaba. Y en nuestra lengua, el Haiku adoptó la forma de tres versos de cinco, siete y cinco silababas respectivamente, totalizando diecisiete sílabas. 

“Las palabras son

como el agua que fluye

como rocas”.

editado por EMECE, 144 páginas.

 

La esencia del Haiku como forma de expresión es su relación con la naturaleza, la descripción visual y en casos  hasta sonora, con ausencia de metáfora y de rima. El Haiku no hace más que concentrarse como una imagen, señalar y compartir algo, como una pequeña revelación que condensa un sentido y es percibida por quien lo escribe. 

Muchas escritoras y escritores han incursionado en el Haiku, Octavio Paz, Mario Benedetti, el mismo Borges y Ana María Shua, maestra de la forma breve. 

En su libro “No son Haikus”, escritos desde el año 2006, Shua publica su producción en esta forma de creación poética y aclara irónicamente que no se trata de Haikus porque no se ciñen estrictamente al Haiku en su forma ortodoxa y porque además extiende sus temáticas a otros ámbitos además de la naturaleza. 

“La luna muere y cada vez renace, la gente muere”.

Una disciplina que apela a la creatividad, estimula la escritura y nos acerca a la poesía en una forma bella, sintética y breve, pero carga de emoción y poderosa.

Ana María Shua, nació en Buenos Aires en  1951. A los dieciséis años publico sus primeros poemas. En 1980 gano el premio novela de editorial Losada. Es reconocida internacionalmente por su obra de microrrelatos. “Que tengas una vida interesante” (2016) reúne sus cuentos completos hasta el  2016. En 2014 recibió el premio Konex de Platino y el Premio Nacional de Literatura. 

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