Los DOWNWINDERS, consecuencias de los ensayos nucleares II
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Como una convincente demostración de su inconsciencia e irresponsabilidad, Donald Trump planea reiniciar los ensayos nucleares. Debido a ello recordaremos las terribles consecuencias de esas pruebas, llevadas a cabo en territorio norteamericano y en el exterior.
Ya vimos que, como consecuencia de las pruebas en territorio norteamericano murió más gente que en Hiroshima y Nagasaki juntas.
Las primeras preocupaciones planteadas sobre los efectos de la exposición a la lluvia nuclear en la salud, tenían que ver con el temor a las alteraciones genéticas que podrían ocurrir entre los descendientes de los más expuestos. Sin embargo, los efectos hereditarios observados de la exposición a la radiación en grupos con antecedentes de riesgo agudo, se consideran mínimos en comparación con el aumento significativo del cáncer de tiroides, la leucemia y ciertos tumores sólidos que se han desarrollado dentro de una década, o más, después de la exposición.
A medida que se han realizado estudios de muestras biológicas, incluidos huesos, glándulas tiroides y otros tejidos, se ha vuelto cada vez más claro que los radionucleidos específicos de la lluvia radiactiva, están implicados como causa de cánceres y otros efectos tardíos.
La radiación ionizante contenida en la lluvia radiactiva de los ensayos nucleares es especialmente dañina para los fetos y los bebés, que son especialmente vulnerables a las lesiones.
Este daño celular puede manifestarse posteriormente como leucemia y otros cánceres en los niños. En 1958, el Comité Científico de las Naciones Unidas sobre los Efectos de las Radiaciones Atómicas informó sobre las muertes fetales e infantiles causadas por la radiación.
En 1980, la popular revista semanal estadounidense People informó que de unos 220 actores y equipo que filmaron una película de 1956, The Conqueror, en locaciones cerca de St. George, en Utah, noventa y uno habían contraído cáncer y 50 habían muerto de cáncer. De ellos, cuarenta y seis habían muerto en 1980.
Entre las muertes por cáncer se encontraban John Wayne, Pedro Armendáriz y Susan Hayward, las estrellas de la película. Nada se sabe sobre las consecuencias que sufrieron los nativos americanos, extras en la película.
Después de adoptar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) en 1996, Estados Unidos y varios otros estados nucleares se comprometieron a detener los ensayos nucleares. Si bien el Senado de los Estados Unidos no ratificó el tratado, en 1992 se suspendieron las pruebas.
La última serie de pruebas estadounidenses fue en septiembre de ese año. En 2011, el Senado designó el 27 de enero como día nacional de recuerdo de los estadounidenses que, durante la Guerra Fría, trabajaron y vivieron a favor del viento desde los sitios de pruebas nucleares.
Tres países han probado armas nucleares desde que el TPCE se abrió a la firma en 1996. Tanto India como Pakistán llevó a cabo dos series de pruebas en 1998. Corea del Norte llevó a cabo seis pruebas anunciadas, una en 2006, una en 2009, una en 2013, dos en 2016 y una en 2017.
Durante muchos años, el senador Ben Ray Luján y otros miembros del Congreso, han intentado obtener una compensación para los afectados por la primera prueba, denominada Trinity.
En 2023, después que la película Oppenheimer atrajera una atención renovada sobre la prueba, el Senado de los Estados Unidos aprobó indemnizaciones para los downwinders de Nuevo México, incluyéndolos en la enmienda de la Ley de Compensación por Exposición a la Radiación. Para convertirse en ley, el proyecto también tenía que ser aprobado por la Cámara de Representantes. (Fuente Academia Lab. (2025). Downwinders. Enciclopedia).
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